viernes, 30 de abril de 2010

Stalker (1979)


Hay historias que sólo se pueden contar con imágenes, historias que se pueden contar con miradas, te pueden situar con la música, pero hay imágenes que no cuentan una historia, hay miradas que no tienen un principio y un final, existen notas que contextualizan un sentido. Un hecho, la llegada extraterrestre a la Tierra, ¿o la caída de un meteorito? Da igual porque el fondo es el mismo viaje de los desesperados hacia sus sueños, hacia sus metas, hacia el desafío de la física que rige el sentido común humano atreviéndose a atravesar el umbral que tanto anhela la humanidad en proteger. Uno se pregunta ¿por qué? ¿Por miedo?
Debes hacer el bien a partir del mal ya que es lo único de que dispones

Una vez dentro nada es lo que parece. La necesidad autoimpuesta de un guía espiritual, al que en ocasiones desafiamos y nuestra firmeza es la que salva los obstáculos, otras veces sabiendo que nos conduce a un riesgo insospechado, dejamos que nos engañe aunque luego se lo reprochemos. Reproches nos quedan tras el miedo. Nuestra mente es un lugar tan complejo en nuestro mapa corporal que apenas conocemos su funcionamiento más allá de la proyección mental de nuestras emociones producidas por el entorno. No es tan simple como caminar en línea recta, pues las cosas cambian de sitio con el tiempo. No es tan hospitalario como para dejarnos vivir ahí, por lo que nos obliga a mirar al corazón cuando hay miedo a descubrir más allá. Y por fin llegamos a la habitación en la que se guardan nuestros deseos más recónditos. Y de nuevo aparece el miedo. Miedo a nuestro subconsciente, a la barrera que crea la mente para hacernos creer lo seres humanos que percibimos de nuestros semejantes, a los que intentamos imitar con nuestros actos y pensamientos, ignorando que ellos hacen lo mismo con nosotros, que suma ladrillos a la barrera, difícilmente franqueable sin voluntad. Una barrera que esconde otros deseos mucho más humanos y profundos, mucho más arcaicos que el concepto de ser humano actual, construido a nuestra imagen y semejanza. Una barrera llena de temor, miedo y temor a nuestra perversidad intrínseca. Una barrera alimentada por el rechazo a todo comportamiento políticamente incorrecto y censurable a nuestro alrededor, mismo comportamiento que forma parte de nuestra existencia unitaria, y que está ahí, tras el umbral. Tú decides si cruzarlo o no, tu guía espiritual se quedará en la puerta, mientras sales y sin esperar explicaciones.




Esta adaptación de la obra Picnic Extraterrestre de los hermanos Strougatski, que ayudaron a Tarkovski a escribir el guión, utiliza sólo el concepto de la novela, que Tarkovski convierte en arma de transmisión a sus fines. Sí se trata de una película que o amas u odias, pero no por eso no se la recomendaría a nadie. No se la recomendaría a nadie porque es una obra que tiene que ser descubierta, que tienes que tener un estado de ánimo adaptado y no forzado para que la película fluya en tu mente. El atractivo de la fotografía, música y poemas envuelven este regalo del director soviético.

2 comentarios:

  1. A pesar de el gran ejercicio de reflexión que haces, sobre el miedo y el deseo, sobre esos sentimientos tan inherentes al ser humano y que van "in crescendo" a medida que pasa la vida. A pesar de dejarme pensativa, con todos mis miedos y los deseos que conllevan (la cara y la cruz de la misma moneda), a pesar de ello voy a hacer como que no te he leído y "descubrirla por mí misma" y contarte mi impresión ignorando que un día tú la has visto y que yo te he leído.
    Me gusta el arte que tienes para combinar palabras, pero ese arte que hay por detrás el que no se ve en las palabras en sí, ese que sólo se capta a través de puros grafismos como vía de acercamiento ;)

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  2. es el mejor analisis que jamás he leído sobre una pelicula (como todas las de tarkovski) que se me escapa entre los dedos de la explicación.
    gracias, alberto, por ponerme los pensamientos en orden.
    la vi con miguel, y hay que reconocer que cuesta verla. no es una peli fácil. pero a la vez es de esas que se ven con la boca abierta en cada plano, llena de sugerencias, insinuaciones y una capacidad de crear impresiones en el espectador por encima de la narrativa.
    una peli de ciancia ficcion rodada en una era.
    miguel me preguntó: y cómo conseguía esta imagen sin ordenadores ni efectos?
    con buenos profesionales, con maestros del oficio, con trabajo, sudor y cojones. muchos cojones.
    a ver quien vuelve a hacer pelis así.

    alberto tío, vuelve por el foro, que no es lo mismo.

    un abrazo.

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